Il Decameron

En El Decameron la temática de la fe y de la Iglesia es recurrente. En casi todas las historias hay uno o más curas (o monjas) implicados. Pasolini nos muestra sobre todo la corruptibilidad de la Iglesia ( por ejemplo en el cuento de Andreuccio el mismo sacristán va a la Iglesia para robar las pertenencias del arzobispo de Nápoles) y sus valores absurdos (el normal deseo de las jóvenes monjas que quieren simplemente probar lo que las otras mujeres dicen ser, “la cosa más dulce en el mundo”). También la naturaleza humana de los creyentes ( Meuccio que como sabe que hacer el amor no es pecado mortal, corre inmediatamente hasta su comadre), el aprovecharse de los cargos eclesiásticos (el Maestro Musciatto que hace las cartas falsas a Ciappelletto para ir a Alemania) y de los abusos de los curas ( Don Gianni que engaña la pobre pareja de Pietro y Gemata). Otra temática es aquella de la muerte. En Un Perro Andaluz hay muchos casos de muertes. Como cuando el protagonista cae de la bicicleta, la chica es atropellada por un coche y cuando al final, un plano medio muestra a los dos protagonistas enterrados hasta los hombros. Pero solo una vez se representa claramente un posible mundo paralelo, cuando el protagonista mata a su doble. La muerte es representada como una caída del hombre en un parque, detrás de una chica con el dorso descubierto y una collar de perlas (quizás siempre la misma protagonista) , que desaparece después de que él cae el suelo. Sucesivamente otros hombres con chaquetas y corbatas que vagan por el jardín se acercan , lo cogen y con el disminuir de la música, lo trasportan formando un cortejo fúnebre. Pero también la playa y la casa pueden ser una metáfora de la muerte. En El Decameron la representación del mundo después de la muerte se presenta en muchos contextos. En las visiones del pintor, que imagina y sueña con el infierno y el pasadizo, como un único lugar donde cantos religiosos resuenan sobre imágenes de hombres y mujeres ajusticiados, el delincuente Ciappelletto que sueña despierto con su visión personal del mundo de los muertos. Ciapeletto es un delincuente que en toda su vida ha hecho todos los crimines posibles. Cuando imagina su muerte se ve antes con un plano panorámico y después con varios planos general encadenados grupos de hombres y mujeres que juegan, duermen, cocinan, beben, hablan y ríen, curas que juegan a pelota con una calavera, mayores que trasportan un grade carro lleno de calaveras y un grupo de personas que traen un muerto fajados cerca de una mujer con un sombrero hecho de mimbre que sostén con un palo otra calavera. Después un corte nos lleva en frente a la cara seria de Ciapeletto. Esta escena non revela los miedos de Ciappeletto en frente a la muerte, miedos que conciernen más su sepultura que lo que pasa después. Miedos que lo llevan a fingirse casto y puro en punto de muerte para no “acabar en una fosa como un perro”. En El Decameron están también los contactos de los vivos y los muertos. Lorenzo que vuelve en los sueños de Caterina, para avisar a su amada de que sus hermanos lo han matado y para mostrarle (con un genial encadenado) el sitio donde se encuentra su cuerpo. Vemos otro ejemplo cuando Tingoccio que se le aparece a su hermano para contarle lo que ocurre en el juicio final. (sigue..)