Il Decameron

En ambas películas las identificaciones primarias no se rompen por procedimientos metafilmicos, pero, en realidad sí lo hace porque hay muchos sucesos que nos recuerdan que lo que vemos es una ficción, un cuento, unos sueños. Por ejemplo, en las dos películas está presente un personaje que lee un libro. En Un Perro Andaluz es la protagonista femenina, que en la primera escena, después del prólogo, se sienta en una silla para leer un libro y, de repente, casi por intuición , se levanta, tira el libro abierto y mediante un plano picado nos muestra, que en el libro está impresa la imagen de una chica en la misma postura que ella tenía antes. En El Decameron, el libro está presente en la introducción del cuento de las monjas, cuando un viejo mendigo entretiene a la gente por la calle leyendo (o simulando leer), un cuento similar a aquél que seguirá. De hecho, en la escena siguiente el espectador tendrá la sensación de ver representada la historia contada por el viejo, pero en realidad se dará cuenta de que es diferente. Estas interrupciones recuerdan al público su condición de espectador y de este modo lo ayuda a contextualizar los hechos embrollados. Pero no se puede olvidar que en Un Perro Andaluz la identificación primaria se rompe principalmente por la irracional escena del prólogo, cuando el mismo Buñuel secciona el ojo de la misma chica que después (8 años más tarde) se verá con los ojos sanos. Esta impactante presentación, mostrada con el uso de primeros, primerísimos planos y con encadenados de imágenes donde vemos una nube que atraviesa una luna llena. Esto es un ataque a la sensibilidad de los espectadores que les impide seguir mirando pasivamente. También en la película de Pasolini empieza con un evento fuerte, pero que no rompe la identificación primaria y además es representado de manera diferente. Se intuye que un hombre (que después se descubre ser Ciappelletto) está matando alguien, pero lo comprendemos solo por los sonidos y vagas oscuras imágenes. Se presume que también este episodio tiene la misma finalidad, atraer desde el principio la atención de el espectador. En cuanto a las identificaciones secundarias en ambas las películas, resultan a menudo volubles y variables. Nuestras identificaciones con los personajes en El Decameron, varían según la evolución de estos. Podemos encontrar tres tipos de evoluciones en los personajes. Por un lado, los personajes que progresivamente van sacando a luz sus deseos que antes reprimían, por ejemplo, Meuccio que va donde su comadre solo después de que sepa que el sexo no es un pecado grave. Otro tipo de evolución es la que pasa a los personaje que hasta el final ocultan sus verdaderas intenciones. Ejemplo de ello sería el de la joven siciliana que finge ser hermana de Andreuccio para así, robarle todas sus monedas. Por último, encontramos los personajes que explican sus propósitos desde el principio, y adecuan su comportamiento para conseguirlos. Por ejemplo los hermanos de Lisabetta que, con el verdadero fin de matar a Lorenzo, simulan una excursión campestre y el juego de la persecución (que transmite el ansia por conocer la suerte del chico y es realizada con varios movimientos, como cámara en mano, travelling y zoom). Según estos desarrollo, también los espectadores se identifican un poco con todos los personajes, positivamente o negativamente. Y la finalidad de Pasolini es ciertamente que el espectador comprenda o a veces condena lo que llega los personajes a estas evoluciones.