Il Decameron

(...sigue) También la intención de Pasolini es hacer pensar y estimular la capacitad crítica de la audiencia, y por este fin muestra una nueva cara de la burguesía descrita por el escritor Italiano Boccaccio en el famoso“Il Decamerone”. El director consigue lograr una interpretación popular del célebre libro testigo de la revolución burguesa de la Italia del siglo XIV y para conseguirlo elabora una selección de los cuentos y los representa solo parcialmente, según su sensible personalidad. En El Decameron emerge una reevaluación del sexo como simple y espontáneo acto natural, que en el hombre puede esconder innumerables sentimientos: la curiosidad (la monjas), la ternura (Caterina y Riccardo), el amor (Lisabetta y Lorenzo), el amor por la madre (Ciappelletto) pero también la “diversidad”(Ciappelletto y el chaval), el engaño (Peronella), el miedo (Meuccio y la comadre) y la violencia (Don Gianni y Gemata). Sentimientos que la Iglesia quería agrupar bajo una única definición: la de “pecado” y que la sociedad burguesa sacrifica bajo el concepto de matrimonio como “contracto”. Esta ultima concepción es bien visible cuando el director Pasolini pone en evidencia con el montaje algunos sentidos combinando dos historias. Un ejemplo es la combinación de las dos historias de amor entre Lisabetta y Lorenzo, y la de Caterina y Riccardo. Estos últimos son de la misma clase social, y cuando los padres de ella los descubren juntos y más nudos, terminan el problema con la promesa de matrimonio. Lisabetta en contrario es de una familia más acomodada de Lorenzo, que es un emigrado y trabaja por su hermanos. Sus amor terminará en modo muy trágico. Los hermanos no pueden tolerar que su hermana perturbe el equilibrio de la familia con su loco amor, y deciden matar el pobre chico. Esta escena resulta aún más triste si comparada con la precedente, y Pasolini esto lo sabía bien. En la mayoría de los nueve cuentos del Decameron, encajados como un único sueño, se encuentra la temática sexual, en todas sus variables y sus posibles resultados. Todo esto representado con inocente simplicidad, sin nada de vulgar, sino para evidenciar las características de los personajes, como en el caso de Peronella en el episodio de traición conyugal, donde un poco más de obscenidad subraya el sentido negativo de la intriga y del sexo vacío de su relación con el joven napolitano. También en Un Perro Andaluz se encuentra la temática sexual: en la escena más criticada de la película se muestra al protagonista masculino que explota en un deseo, de manera maniaca con la protagonista. Esta puede ser una probable representación de la lucha interior del individuo combatiendo con sí mismo, entre la impulsividad y el autocontrol, el instinto y la razón. La Religión Cristiana aparece en Un Perro Andaluz a través del raro arnés colgado a la pared, formado por una raqueta de tenis pegado a un triangulo de madera que recuerda a un crucifijo. Y también cuando el protagonista, que ataca sexualmente a la chica, tira de unas cadenas y aparecen dos curas unidos a estas, además dos asnos muertos sobre dos pianos etc... Otros símbolos recuerdan más a la burguesía, por ejemplo la corbata, los coches o episodios como el de la escena donde se ve con un plano picado a un hombre que con un bastón está golpeando una mano en la carretera, y cuando la misma persona se ve en primer plano se descubre que es una mujer. (sigue..)